El primer día estaba algo nerviosa, pues era volver a enfrentarse ante lo desconocido, pues decidí optar por la elección de otro colegio diferente al del curso anterior precisamente para contar con otro tipo de experiencia y poder observar diferencias, pues al fin y al cabo a lo largo de mi vida laboral pasaré por diferentes centros y era una forma de acercarme más a la realidad.
Nos recibieron al resto de alumnas de prácticas y a mi a las 8:20, en la puerta del colegio. La directora y la coordinadora de prácticas, nos mostraron el colegio y se nos fue asignado a cada una en la clase del tutor que le había sido adjudicado.
Cuando entré los niños me recibieron muy ilusionados, el tutor me dio la bienvenida y me describió un poco las características generales del grupo clase y los casos de atención a la diversidad ( había una niña con albinismo ), así como la metodología general que seguían , desde el primer momento me dijo que esa era mi clase y me sintiera con la libertad de poder realizar las intervenciones que desease y que me estaba permitido llamar la atención y dar permiso a los alumnos cuando fuera preciso.
El resto de la semana fue de observación, mientras el tutor me iba explicando las normas y como procedía en determinados casos en cuanto a lo que dirigir la clase se refiere.